1730

Desde 1730, la palabra “escocés” se había convertido en Inglaterra en sinónimo de masonería de elite. Los diferentes sentidos de esta palabra no harán más que desarrollarse durante el siglo XVIII.

En el segundo tercio del siglo XVIII, aparecieron nuevos grados en Irlanda y en Inglaterra, y entre ellos el del Real Arco, considerado por Michel Brodsky como una “continuación lógica del grado de Maestro Masón”. En 1733, en una logia londinense, se señala la presencia del “Maestro Escocés” = Scots Masters. “Escocés”, “escocesa”, ya no designa un origen geográfico, sino una cualidad masónica.

En Francia, la palabra Escocés, designa al principio un grado que viene de Inglaterra con los de Maestro Perfecto y de Elegido. La primera Gran Logia pone en guardia, en 1743, contra los Maestros Escoceses que “reivindican en algunas logias, derechos y privilegios…”.

En el sur de Francia, en 1745-1746, el termino Escocés es llamado de Bóveda (Sagrada). Aparece como una versión francesa del Real Arco británico.

Parece que el grado Escocés se extendió rápidamente en Francia.

Simultáneamente, Escocés designa un grado o una serie más o menos ordenada de grados posteriores al de Maestro.

Los grados llamados Escoceses están en el origen del neologismo “Escocismo” por el cual se designa más tarde al conjunto del sistema de los altos grados.