1725

La Franc-Masonería en Francia

La franc-masonería se implanta en el continente y en París, hacia 1725. Todas las logias trabajan según los rituales de la Gran Logia de Londres traducidos al francés. Entre las logias creadas en Francia, algunas siguieron vinculadas a la Gran Logia de Londres, mientras que otras se reagruparon y formaron una Gran Logia, llamada de Francia, en 1737. Esta Gran Logia tardara casi medio siglo en jugar el papel organizador de las logias del territorio francés. Numerosas logias evolucionaron sin un enlace directo con ella. La Franc-Masonería se enriquece en Francia con el aporte de numerosas cofradías, como por ejemplo las cofradías de penitentes de Provenza y del Berry y un gran número de gremios heredados de la Edad Media ; los trabajadores del bosque, constituidos en fraternidad iniciática, se reencontraron en las logias de los franc-masones.

Muy pronto, se organizan grados al margen de los tres grados simbólicos, en un principio para dar respuesta a numerosas cuestiones que suscita el grado de Maestro a quienes lo han recibido. Estos grados, concebidos como prolongaciones del grado de Maestro, serán llamados Escoceses. Se tiene constancia de estos grados en Londres desde 1732, luego en 1740. Se encuentran en Paris los Escoceses de las 3 JJJ, llamados todavía Escoceses de París o Escoceses de Clermont ; la Gran Logia da cuenta de su existencia en 1743, en sus Ordenanzas Generales y condena a “los hermanos que se anuncian bajo el nombre de maestros Escoceses… y exigen prerrogativas, de las cuales no se encuentra ninguna traza en los antiguos archivos y costumbres de las Logias extendidas por la superficie de la tierra”. Esto incita a no considerarlos más que como simples aprendices, aunque se les reconocerá dos años después.

En la Francia meridional, se practicaba otro tipo de escocés, llamado “de la Bóveda” y que muy pronto es presentado “como una masonería de perfección”. En Burdeos, en 1745, se encuentra la logia escocesa de los “Elegidos Perfectos”, que funciona hasta 1760, y que será el origen de numerosas logias hijas en Luisiana y en Santo Domingo. Practicaba siete grados, además de los tres grados simbólicos.

La multiplicación de los grados ofrecidos después del grado de maestro conducía a los franc-masones a seguir recorridos que diferían según las logias. En una decena de años, entre 1740 y 1750, recorridos ligeramente distintos se organizan en Aviñón, Marsella, Montpellier, Burdeos, París. Todos se enriquecen con nuevos grados que se superponen a los precedentes. Los grados terminales de las series propuestas se modifican rápidamente (Caballero Rosa-Cruz en 1757, Caballero Kadosh en 1761).

Se puede considerar que a partir de la mitad del siglo XVIII, el término “escocés” es sinónimo de los grados más allá de la maestría, a los cuales en Francia se les da el nombre de Altos Grados.